Si tiene curiosidad por saber por qué no incluimos aceites esenciales en nuestras fórmulas, quédese con nosotros... Estos aceites se conocen más formalmente como aceites volátiles, que están compuestos por compuestos químicos volátiles de plantas. Con frecuencia se los considera un pilar natural dentro de la esfera del bienestar natural, pero estos aceites son más similares al modelo alopático cuando se da un paso atrás para examinar qué son y cómo funcionan.

Existen algunos estudios que demuestran que algunos de estos aceites pueden alterar el sistema endocrino y causar irritaciones como dermatitis, eczema, urticaria o incluso quemaduras en algunos casos. A veces, un producto con aceites esenciales puede usarse durante un período de tiempo antes de notar una reacción. Para poner en perspectiva el aspecto de la concentración y la sostenibilidad, 1 libra de aceite esencial equivale a aproximadamente 250 libras de lavanda. No solo es extremadamente insostenible de producir, sino que también es una potencia extremadamente alta. La concentración de estos aceites aislados puede ser una agresión para la piel, alterando la barrera natural de la piel.

Si bien todas las plantas contienen estos aceites volátiles y están presentes cuando se utilizan en su estado natural, se utilizan junto con el resto de los componentes botánicos, que es su forma natural. En lugar de extraer este componente singular de la planta, que luego se embotella, en una potencia mayor a la que jamás se encontraría en la naturaleza, es ahí donde pueden surgir los problemas.